El hijo del presidente de Estados Unidos, Hunter Biden, ha sido declarado culpable de varios cargos graves relacionados con la posesión de armas y el consumo de drogas. El veredicto llegó después de un juicio que destacó su lucha contra la adicción y su relación con el uso de crack.
Los cargos se centran en la compra de un revólver en 2018, durante la cual Hunter Biden habría mentido en un formulario de compra obligatoria de armas, al negar el consumo ilegal o la adicción a las drogas. Se enfrenta a una posible sentencia de hasta 25 años de prisión, aunque su condición de delincuente primerizo podría mitigar la pena.
La noticia llega en medio de un año electoral en el que tanto Hunter Biden como el candidato presidencial republicano Donald Trump han sido objeto de juicios y condenas, lo que ha influido en la política y la dinámica del país. El presidente Joe Biden, padre de Hunter, se ha mantenido al margen del caso, pero los aliados del demócrata temen que pueda afectar a su imagen y legado.
Además de este caso, Hunter Biden enfrenta un juicio en California por evasión fiscal, y los republicanos del Congreso han amenazado con iniciar un proceso de destitución contra el presidente relacionado con su hijo. Aunque no se ha acusado al presidente de ningún delito, la situación legal de Hunter Biden sigue siendo motivo de controversia y escrutinio público.
El juicio se centró en resaltar la gravedad del problema de drogas de Hunter Biden, con testimonios personales y pruebas que mostraron su lucha contra la adicción. Aunque el hijo del presidente no testificó, los jurados escucharon extractos de audio de sus memorias de 2021, donde habla sobre su batalla con las drogas y su camino hacia la sobriedad.
Este veredicto podría tener repercusiones tanto políticas como personales para Hunter Biden y su familia, así como para el presidente Joe Biden, en un momento crucial para la política estadounidense.