Mar. Abr 16th, 2024

La andanada del senador, Jorge Enrique Robledo contra la ministra de Transporte, Angela María Orozco, llegó a su final, pero al contrario de lo que planeó el parlamentario llegó a un final feliz para la ministra. Después de varios debates en los que se desgastó el senador porque parecía mas experto en dar cantaletas que en tener argumentos, la plenaria del Senado de la República respaldó a la jefe de la cartera de Transporte, a quien los opositores al gobierno del presidente Iván Duque querían sacar del cargo mediante la figura de la moción de censura.

A pesar de que el senador de oposición contó siempre con la colaboración de la prensa opositora y de quienes querían encontrar un chivo expiatorio en el sonado caso de Odebrecht y la Ruta del Sol II, además de que la bancada parlamentaria le ha hecho el feo al gobierno, la ministra obtuvo a su favor una votación de 61 senadores por el No y 17 por el Sí. La iniciativa se cayó por falta de respaldo en las bancadas de los partidos políticos, particularmente de Cambio Radical y el Partido liberal, los cuales en ocasiones parecía querer aprovechar la oportunidad para darle un golpe al presidente Duque que les ha dicho en todos los tonos que no habrá mermelada.

El senador Jorge Robledo a pesar de haber insistido en que la funcionaria debería abandonar su puesto, por no haberse declarado impedida en la búsqueda de un acuerdo de pago con los bancos involucrados en este proceso, que ascendía a alrededor de 1,2 billones de pesos, no logró convencer a nadie más allá de la bancada de su propio partido. Cada vez se hundía más el senador porque por atacar a la ministra recurrió casi a emprenderla contra el sistema financiero, lo cual asustó a muchos de los parlamentarios que no creen que el problema sea el capitalismo, como no logró ocultarlo Robledo por esfuerzos que hiciera.

La ministra que se ha caracterizado por ser una funcionaria trabajadora y técnica terminó brillando como una gran estadista. Incluso algunos senadores comentaban en corrillo que Robledo le estaba sirviendo de jefe de debate a una futura no muy lejana candidata presidencial. El soporte técnico y las posturas éticas de la ministra la pusieron en un foco que le permitió a los colombianos ver una mujer de armas tomar, de decisiones sólidas y sobre todo de excepcionales calidades a la hora de defender con rigor los dineros públicos y el bienestar de la población.

Las supuestas inhabilidades que alegaba el senador Robledo parecían más un revanchismo contra el sistema financiero que alguna incompatibilidad en el terreno de la ética de lo público. “No hay nada que pueda constituir una inhabilidad o incompatibilidad, algo que no esté ajustado a la ley o que me impida desempeñar el cargo de ministra de Transporte. En mi ejercicio profesional anterior nunca conocí asuntos relacionados con Ruta del Sol II, o con los bancos de Occidente y de Bogotá como financiadores de los proyectos de infraestructura”, dijo en tono altivo la ministra.

Al final de cuentas el parlamentario quedó en la soledad de sus frases repetitivas y cada vez más escaso de argumentos. Casi que sus compañeros de bancada se fueron alejando porque al final Robledo parecía disparar para todos lados. Era algo así como una escopeta de perdigones que le tiraba al Grupo Aval. a la Vicepresidenta Marta Lucía Ramírez a la ministra y al sistema financiero. Fue tal la derrota que hasta senadores como Armando Benedetti hizo un llamado para que no se ¨perrateara¨la figura de la moción de censura. Benedetti cuestionó duramente al Congreso por abusar de la figura de moción de censura, ya que esta que es una herramienta de las más poderosas del poder legislativo frente al Gobierno, cuando existan iniciativas que no tengan la fuerza suficiente para prosperar.

Fue enfático en decir que “Lo que estamos haciendo nosotros es un desgaste con estas mociones de censura, sea porque son muchas veces citadas o porque somos adeptos al gobierno de turno. Nosotros deberíamos convocar a los voceros de los partidos y empezar a estudiar cómo hacemos las mociones de censura, porque nosotros mismos nos estamos coartando la mejor arma que tenemos como Congreso de la República”. No en vano esta es la tercera moción de censura que fracasa en contra de los funcionarios del Gobierno del presidente Iván Duque. Ya había pasado con el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, por los bonos de agua; después contra el ministro de Defensa, Guillermo Botero, por el asesinato de un desmovilizado de las Farc en el Catatumbo.